NUESTRO VALIOSO TESORO: EL TIEMPO
El único recurso imprescindible para nuestra existencia es el tiempo. Conozco personas que viven sin otros recursos (por ejemplo dinero), pero no conozco ninguna que viva sin tiempo. Este bien tan necesario tarde o temprano se nos acabará, y muchos desconocemos cuando llegará ese momento. Si supiéramos cuándo será nuestro último segundo, una gran mayoría cambiaríamos los hábitos por otros más divertidos. Si hoy fuera tu último día, ¿estarías completamente satisfecho con tu vida actual? Si la respuesta es “no”, la cuestión es: ¿y cómo sabes que no lo es?
Un día me paré a analizar una expresión que utilizaba continuamente: “no tengo tiempo”. Me di cuenta que era una gran excusa y además, no era verídico. Si realmente no tuviera tiempo no podría estar mencionando estas palabras y, al tomar conciencia de ello, sentí que diciéndolas faltaba al respeto a los demás, pero sobre todo a mi mismo. Aprendí que era una forma de procrastinar desde mis creencias limitantes y ego victimista, decidí eliminarla de mi vocabulario y, desde entonces, me siento una persona más responsable que disfruta de su tiempo.
Tengo la percepción de que el tiempo cada vez pasa más deprisa. No sé si alguien me lo está “robando” o es producto de mi mente tan imaginativa. Por esta sensación me he dado cuenta que no puedo administrar mi tiempo, pero sí puedo administrarme yo mismo para hacer mi tiempo de calidad y disfrutar de cada momento. No pienso demasiado en la nostalgia de tiempos pasados, solo para agradecer, ni en la de los posibles futuros ya que desconozco si llegarán. El poder para aprovechar el tiempo es enfocarme en las 24 horas de hoy, en el eterno presente.
Teniendo en cuenta lo comentado anteriormente, discerní que el mejor regalo que puedo dar y tener de otras personas es el tiempo. Por ello me siento tremendamente agradecido cuando alguien elige compartirlo conmigo y entre ambos, lo hacemos de calidad. Aprendí a no hacer esperar al resto cuando me he comprometido con ellos porque les estoy “robando” su bien más preciado. Siendo respetuoso tanto hacia mi como hacia los demás, no me gusta llegar a los sitios “a tiempo”, sino “con tiempo” para evitar sentirme un “ladrón” de tiempo ajeno.
Al ver como el tiempo “vuela” dejé de lamentarme por el perdido durante mi pasado, ya que realmente no era así. Fue tiempo de aprendizaje para hoy no centrarme tanto en hacer cosas urgentes, principalmente para cumplir las expectativas de otras personas, sino enfocar en lo
importante, es decir lo que realmente me produce satisfacción y diversión propia y no perjudica a nadie. Solamente depende de mí elegir la administración de mi vida para organizarme con coherencia, me he negado a arrepentirme en mi lecho de muerte de todo lo que no hice.
Alejandro Magno pidió para su muerte que los bienes conquistados fueran depositados en el sendero de su funeral, ir con las manos fuera del ataúd, y que este fuera transportado por los más prestigiosos médicos. Quiso demostrar que todo lo material se queda aquí, que nos vamos con las manos vacías, y que ni los mejores pueden salvarnos de que se acabe el tiempo. Por favor, aprovecha al máximo tu tiempo siendo, haciendo y teniendo lo que amas, no lo desperdicies. Y por supuesto, ¡¡¡gracias por el valioso tiempo de tu vida que has dedicado a leer esto!!!