- Escribe una lista de cosas que haces como “escapatoria”, seguramente de forma obsesiva y compulsiva, para evadirte de las emociones que no eres capaz de canalizar.
- Describe cuales son las emociones que menos tienes localizadas en tu vida. Las que más te sacan de la calma y como las manifiestas. Hazlo de forma detallada.
- Relájate mediante la respiración y, con los ojos cerrados, visualiza un animal que represente a la emoción que más te incomode. Tenemos un espíritu hermano en el reino animal.
- Recuerda y escribe las frases con mayor carga negativa que más se repitieron en tu infancia, adolescencia y juventud. Toma conciencia si se manifiestan hoy en tu actitud.
- De las seis emociones básicas, cual predominaba en tu padre y en tu madre y como las expresaban. Eres parte de una cadena y puedes romperla con trabajo interno.
- Lleva un registro o lista de logros personales, sobre los que te puedas apoyar para conectar con el agradecimiento. Léela cuando te sientas en “momentos bajos”.
- Haz garabatos o dibuja a vuela pluma, y fíjate en las imágenes que van apareciendo. Toma conciencia de ellas y de lo que pueden significar para ti.
- Escribe una carta dirigida a ti mismo expresando las cosas que siempre tuviste la intención de hacer. Después escribe como si se hubiera cumplido todo lo que deseas.
- Dibuja una silueta del cuerpo humano y señala los lugares donde sientes tensiones musculares. Intenta relacionar esas molestias con algún estado emocional.
- Dibuja a lo ancho de un folio la silueta de un camino y refleja los principales acontecimientos de tu vida (subidas y bajadas) con la emoción correspondiente.
- Cada vez que atraviese el umbral de una puerta, repite para ti: “voy dejando atrás mi pasado, mi forma de reaccionar, paso sin que las emociones me alteren”.
- Organízate con apoyo para mantener un ritmo equilibrado de vida. Esta armonía te ayudará a equilibrar las emociones, uniendo “cuerpo-mente”.
- Camina por la naturaleza, incluso descalzo, dejando de pensar y permitiéndote sentir. Te ayudará a tomar tierra y a bajar la energía de la mente “demente”.
- Escribe un diario de sentimientos. Día a día refleja los vividos durante esas 24 horas, tanto los “positivos” como “negativos”. Así podrás soltarlos y darles salida.
- Antes de irte a dormir, recopila los acontecimientos del día en orden inverso a cómo sucedieron. Recuérdalos y revívelos para cambiar el sentido de la energía bloqueada.